En la elección de un antibiótico para el tratamiento de una infección en un paciente determinado, hay que tener en cuenta varios factores.
FACTORES MICROBIOLÓGICOS:
siempre que sea posible se debe obtener material para la identificación y estudio de sensibilidad del germen (tinciones y cultivos, PCR) En el caso de tratamiento empírico, hay que cubrir los microorganismos más probables, o bien emplear antibióticos de amplio espectro. Una vez identificado el microorganismo y determinada su sensibilidad, se debe elegir el antibiótico con el espectro eficaz más reducido, en una estrategia denominada - desescalada antibiótica.
FACTORES FARMACOLÓGICOS:
hay que asegurarse de que el fármaco elegido llega al lugar de la infección y alcanza una concentración suficiente para inhibir el crecimiento bacteriano CMI o producir la muerte de los microorganismos CMB durante el tiempo necesario. Las vías intramuscular o intravenosa suponen una biodisponibilidad del 100 % . mientras que la biodisponibilidad por vía oral es muy variable (por ejemplo desde el 10-20 % para la eritromicina hasta el 100 % en la clindamicina, las quinolonas, el linezolid o el metronidazol)
Además , es necesario tener en cuenta la interferencia de la absorción en situaciones concretas (por ejemplo, los alimentos y las tetraciclinas) Las concentraciones de la mayoría de los antibacterianos en el líquido intersticial son similares a la sérica. Sin embargo, existen sitios a los que los fármacos no llegan bien (LCR, ojo, próstata, vegetaciones cardiacas o secreciones broncopulmonares) Además, algunas bacterias se localizan intracelularmente (por ejemplo, Chlamydia, Brucella, y Legionella) y hay que tratarlas con fármacos que penetran dentro de las células para evitar recidivas por ejemplo macrólidos, quinolonas, o tetraciclinas) Los b lactámicos, aminoglucosidos y vancomicina no penetran en la célula.
Hay que conocer el metabolismo y la eliminación de antibióticos, principalmente para el ajuste de dosis en caso de insuficiencia renal, como ocurre con los aminoglucósidos , vancomicina, quinolonas, así como , en menor grado, en caso de insuficiencia hepática eritromicina, cloranfenicol, o metronidazol)
Factores dependientes del huéped:
-Función inmunitaria : en los pacientes neutropénicos o esplenectomizados suele ser necesario emplear antibióticos bactericidas.
-El embarazo contraindica el uso de quinolonas, tetraciclinas, estolato de eritromicina a lo largo de los tres trimestres, y el metronidazol en el primer trimestre. Es preciso utilizar con precaución azitromicina, clindamicina, cotrimoxazol y vancomicina. En cualquier caso, siempre que sea posible, hay que utilizar B lactámicos.
-Tipo de metabolizador microsomial hepático: Los metabolizadores débiles tienen mayor riesgo de reacciones adversas (por ejemplo: la isoniacida)
-Localización de la infección.
CTO
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