la totalidad de las células malignas presentan algún tipo de alteración genética que transmiten a sus células hijas y que, en definitiva, es la responsable del fenotipo maligno.
Esta alteración puede ser tan sutil como una simple mutación en una base en un único gen ( p ejemplo: K-RAS ) o ser tan evidente como una poliploidía ( células con 90 cromosomas).
Existen múltiples investigaciones y teorías que avalan la existencia , en muchos tipos de tumores, de células madre malignas debido a procesos de pérdida de la división asimétrica, de transferencia genética horizontal, de fusión celular de factores microambientales o de agentes carcinógenos ya descritos para las células diferenciadas, siendo en esos casos el origen de la neoplasia y presentando, a su vez, una sensibilidad al tratamiento antitumoral diferente al de sus células hijas. conocer mejor cómo se produce esta transformación permitirá diseñar abordajes de terapia celular más seguros y nuevos tratamientos específicos contra estas células madre tumorales.
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