Lo que verdaderamente define al paciente terminal es el agotamiento de los tratamientos específicos para su enfermedad.
Los cuidados paliativos pretenden aliviar el dolor y otras molestias indeseables, pero no curar la enfermedad.
Estos cuidados no sólo se centran en aspectos somáticos, sino también emocionales ( apoyo de la familia durante el duelo, etc)
los cuidados paliativos no aceleran la muerte
los cuidados paliativos no son solamente para el paciente , sino también para sus familiares.
Los síntomas más frecuentes en el paciente terminal son: la debilidad, el dolor, la ansiedad, el estreñimiento y la anorexia.
El dolor es el síntoma más frecuente en la evolución del paciente oncológico.
El dolor nociceptivo responde a los opiáceos y los AINE
El dolor neuropático mejora con antidepresivos y anticonvulsivos
El tratamiento del dolor debe ser pautado, evitándose los analgésicos a demanda, y por vía oral siempre que sea posible.
La escala analgésica de la OMS tiene tres escalones: -AINE o paracetamol -Opiáceo menor - Opiáceo mayor -Se habla de un 4to escalón-medidas intervencionistas.
No debe combinarse dos analgésicos del mismo escalón ni tampoco un opiáceo menor con un opiáceo mayor.
Los AINE y los opiáceos menores tienen techo terapéutico, los opiáceos mayores no.
Para el manejo del dolor por metástasis óseas son útiles los AINE, los corticoides, y los bifosfonatos.
Peculiaridades importantes de algunos opiáceos: pentazocina (agonista-antagonista) , buprenorfina (agonista parcial) , meperidina (no es aconsejable para el dolor crónico)
El efecto secundario más frecuente de los opiáceos y frente al que no se genera tolerancia el estreñimiento.
La disnea del paciente terminal se trata con opiáceos, salvo si existe un gran componente ansioso (benzodiacepinas)
Los bifosfonatos ( el más usado es le zolendronato) se utilizan para el control del dolor óseo por metástasis, para evitar fracturas patológicas y para la hipercalcemia tumoral.
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