El cáncer no se hereda en el sentido clásico ( mendeliano) . La patología oncológica que se va a encontrar en la práctica médica es de origen adquirido, aunque pueden existir situaciones con una predisposición genética. Se estima que, de forma gradual -5-10% de los tumores son hereditarios. El caso mejor estudiado de herencia de cáncer es el cáncer de colon, donde se ha comprobado que, además del gen predisponente, son necesarias una serie de mutaciones en otros genes que tienen lugar a lo largo de la vida, siguiendo las leyes del azar. La única diferencia entre un sujeto que hereda el gen predisponente y otro normal es que, el camino que tiene que realizar una célula maligna para llegar a ser maligna es más corto.
La pérdida de función de los factores supresores precisa la alteración de los dos genes situados en ambos cromosomas homólogos. Existen sujetos heterocigotos que heredan de sus progenitores un cromosoma con una copia alterada (oncogén recesivo) y otro con una copia sana. Este último se comporta de modo dominante, por lo que no manifestarán la enfermedad. En estos sujetos es probable que, según avanzan los años, alguna de sus células pierda o mute la copia del gen sano y pase a tener, por tanto, dos oncogenes. Este tipo de mecanismo de oncogénesis aparece, generalmente , en personas de más de 50 años.
La situación de heterocigoto se producirá en familias que presentan una alta incidencia de tumores. El mecanismo de herencia, aunque aparentemente dominante, en realidad es recesivo pero modificado por la influencia del ambiente ( mutágenos químicos, radiaciones, etc)
El síndrome de Li-Fraumeni es el cáncer familiar mejor conocido y se debe a la herencia, en heterocigosis, de una copia alterada del gen P53 ( el más frecuentemente alterado en patología tumoral humana) situado en el cromosoma 17, se trata de una familias donde son muy frecuentes los tumores, pudiendo padecer un mismo individuo varios tumores diferentes a lo largo de la vida.
Los tumores que padecen con mayor frecuencia son los de colon, los de mama, y los de piel.
Otro ejemplo clásico de cáncer hereditario son las mutaciones en los genes BRCA 1 BRCA 2 . Dichos genes se encargan de la reparación de la doble hélice del ADN ( hay que recordar que agentes citostáticos, como el cisplatino y las radiaciones ionizantes, se encargan de romper dichos enlaces,). En aquellos pacientes con mutación en alguno de estos genes. la probabilidad de acumular errores en el ADN es mayor, y con ello la incidencia de tumores, siendo los más frecuentes el de mama y el de ovario ( mayor si la mutación es en BRCA) 1) a su vez presentan diferencias clínico- epidemiológicas comparando con pacientes con cáncer de mama sin la mutación de BRCA : edad de presentación más temprana, tendencia a la bilateralidad, mayor sensibilidad de la enfermedad a los platinos.
Existen múltiples estudios en marcha sobre el papel de fármacos inhibidores de la PARP ( poliadenosina-difosfato ribosa polimerasa) como el iniparib en el cáncer de mama, habiéndose demostrado altamente efectivos en aquellos casos con mutacaiones en lso genes BRCA 1 O BRCA 2
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